ARMAS AUTOCTONAS

jueves, agosto 17, 2006

EL ARMAMENTO DE LOS GUERREROS KARIVES

El armamento de los guerreros karives consistía principalmente de arcos, flechas, guaykas, macanas y hachas de piedra. La imagen transmitida por la historia tradicional ha mostrado a dichas armas como instrumentos atrasados e ineficientes, pero en realidad eran tácticamente superiores a los de los europeos. Los indígenas utilizaban potentes arcos manufacturados con maderas duras y flexibles como la «macanilla» (Bactris Gasipaes H.B.K); la longitud era de aproximadamente dos metros. Las puntas de flecha empleadas en la guerra eran generalmente de madera de macanilla o de hueso, incluyendo algunas armadas con aguijones de raya (Rajidae sp. [11]), que producían heridas muy dolorosas. El ástil de las flechas, hecho con cañas de fino grosor, podía llegar a tener un largo de 1.80 m. desde la punta del proyectil hasta el empenaje. Este último, manufacturado con plumas de pájaros, era el dispositivo que durante el vuelo estabilizaba y hacía girar el misil sobre su eje, aumentando su velocidad y alcance, su precisión y la capacidad de penetración. Seguían, pues, el mismo principio balístico que posteriormente se aplicaría en la fabricación de los rifles: un fusil de cañón estriado internamente que le imprimía rotación al proyectil, aumentando su velocidad, alcance y penetración. Las armas de fuego de ánima lisa, como los arcabuces de los europeos, por el contrario, funcionaban como las actuales escopetas: tenían capacidad para diseminar los proyectiles en un amplio espacio, pero poco alcance.

Los arcos y flechas fueron las armas más populares en la infantería europea hasta la invención de los fusiles de chispa. El long bow, el arco largo, arma temible y mortífera, permitió que en 1346 los 10.000 arqueros escoceses del ejército de Eduardo III de Inglaterra, devastaran a los arcabuceros y a la caballería de Felipe VI de Francia en la Batalla de Crecy, en los inicios de la Guerra de los Cien Años. El uso táctico de arcos y flechas en una batalla como la de Crecy, se apoyaba en la presencia de arqueros organizados en batallones que cubrían los flancos de la caballería y la infantería, capaces de arrojar millares de flechas por minuto sobre el enemigo. En el caso de nuestros indígenas karives, los arqueros no parecen haber formado un frente definido para concentrar su poder de fuego y apoyar a los que guerreaban armados de macanas o hachas, lo cual limitaba su efectividad en combates contra una fuerza militar organizada como la de Losada [11].

Las macanas eran especies de espadas de madera muy dura, hechas con la palma macanilla, las cuales eran utilizadas simultáneamente como arma de guerra o como instrumento agrícola para desbrozar las malezas y preparar los campos de cultivo.

Las hachas de piedra eran empleadas tanto para cortar árboles y desforestar la vegetación primaria de los conucos, como armas para el combate. Las guaykas eran jabalinas o lanzas de madera dura, cuyo extremo punzante había sido endurecido exponiéndolo al fuego. Las guaykas se utilizaban tanto en el combate cuerpo a cuerpo, como a distancia, para lo cual se arrojaban a brazo, tal como las jabalinas olímpicas que llegan a tener un alcance promedio de 50 a 60 m.

La debilidad de los aborígenes no residía, pues, en su armamento, sino en su propia concepción de la guerra. Entre cada batalla, se ganase o se perdiese, había períodos de calma durante los cuales cada quien regresaba a sus pueblos a vivir en paz hasta el próximo encuentro. Como ejemplo de lo anterior, podemos citar a Nectario María cuando dice:
«Paramaconi, cacique de los Toromaima declaró una guerra a muerte a quienes se habían implantado en el valle (...). En acechos y ataques sorpresivos había matado a varios españoles; pero dirigía, sobre todo, sus golpes contra los indios sometidos (...) curado de sus heridas, Paramaconi entró una mañana en la ciudad de Caracas y ofreció paz...» [3].

De la misma manera, Guaicaipuro, después de fundada la villa-campamento de Caracas, organizó un asalto contra dicho pueblo, el cual fracasó. Después se retiró a su aldea, donde lo sorprendieron los soldados de Francisco Infante y le dieron muerte [3].

Para los indígenas de la sociedad karive caraqueña, la guerra era parte de la convivencia con otros grupos humanos, del ritual, de la vida cotidiana pública. Por el contrario, en las sociedades estatales, incluyendo en ellas los Estados preindustriales americanos Azteca e Inka, la guerra significaba la conquista de territorios, explotación de la fuerza de trabajo sometida, apropiación de recursos naturales e imposición de un sistema de dominación política, social y cultural sobre los grupos humanos conquistados.

Los castellanos, provenientes de una sociedad estatal organizada para la guerra y la conquista, utilizaron también el concepto de la guerra de exterminio, esto es, campañas destinadas a la conquista de territorios y a la aniquilación de los enemigos como grupos organizados. La guerra de conquista llevada a término por los castellanos contra los reinos árabes de la península española fue una guerra que duró siglos, en la cual los castellanos se aliaron con los árabes en diferentes oportunidades contra algún enemigo común coyuntural, pero sin dejar de llevar a cabo la ofensiva que culminó con la rendición de las taifas, particularmente la de Granada en 1492, y la supremacía política del reino de Castilla y Aragón en la península Ibérica. La guerra de conquista no finalizó con la caída de Granada, sino que continuó hasta la total obliteración del paisaje cultural que había sido producido durante los siglos de ocupación árabe.

Los castellanos que vinieron a Venezuela aprendieron las tácticas militares y políticas que integraban el concepto de la guerra surgido de aquella larga contienda y las pusieron en práctica con éxito frente a la formación militar de los karives caraqueños, numerosos, bien armados y valientes, pero carentes de una concepción global de la guerra como estrategia política.


CERBATANA
Una cerbatana es un canuto en el que se introducen dardos, pequeñas flechas u otros elementos punzantes que se disparan soplando con fuerza desde uno de los extremos.





ARCO (ARMA)
Arco de madera Un arco es un arma impulsora que se usa para disparar flechas sobre un blanco distante. El arco puede estar formado por una única pieza de madera, que puede ser tan larga como la estatura del usuario como en el arco largo inglés, o varias piezas recurvadas que aumentan la potencia del arco como en el arco compuesto moderno o arcos tradicionales de hueso o madera como el turco o el japonés.

El arco funciona tensando la pieza con una cuerda, que puede ser de fibras vegetales o animales en los arcos tradicionales o sintéticas en los modernos. La potencia de tiro de un arco se puede regular dentro de ciertos límites ajustando la tensión de la cuerda. El tiro con arco es un deporte olímpico aunque también se siguen practicando especialidades deportivas no olímpicas con armas reconstrucción de las tradicionales. Un arco puede tener un alcance mortal de 40 a 100 m, en el caso del arco largo inglés, hasta 400 m de alcance. Una variante del arco es la ballesta, que fue muy usada por mercenarios genoveses en la Edad Media y parte de la Edad Moderna.

HISTORIA
Los arcos hechos completamente de madera han sido usados por cientos o miles de años para la caza y la guerra por, entre otros, nubios, tribus nativas americanas como los cherokee, tribus sudamericanas como los karives, Bari, tribus africanas como los Bassa y los europeos desde el neolítico. Como arma de caza son sencillos, fiables, y capaces de abatir animales tan grandes como elefantes africanos. Como arma de guerra el arco ha contribuido enormemente en diversas culturas. Los nubios eran famosos por su destreza con sus arcos, siendo conocidos por su habilidad de acertar en el ojo del contrincante durante sus batallas. En el Japón antiguo, los arcos característicos serían los fabricados de bambú y de madera, conocidos como Yumi, siendo decisivos para la guerra a caballo entre samuráis.


HACHAS
Instrumento de hierro o piedra en forma de cuchilla, y su corte que en lo más angosto, que es el revés, tiene un anillo de hierro, por el cual entra el palo que sirve de hastil.

El hacha de guerra es la versión militar de las hachas (herramientas) comunes de cortar y talar. Se diferencia de las civiles en que suelen ser más ligeras y estilizadas -para blandirlas mejor-, o con una hoja de mayor filo que las comunes -para mayor efectividad-, por ello esta categoría recoje todos los tipos de hachas de la historia, dese la antigüedad hasta casi nuestro tiempo.

Nos referimos pues a las armas de tajo a una mano -a dos manos un hacha, o es denominada "larga" o "enastada", lo que en muchos casos las diferenciaba poco de cualquier arma de asta- de todas las épocas y lugares -salvo, las hachas especializadas o distintivas de pueblos como: la franciscas, la "danesa", etc. han sido usados por cientos de años para la caza y la guerra por, entre otros, tribus nativas americanas como los cherokee, tribus sudamericanas como los karives, y los europeos desde el neolítico.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante tu aporte, me sirvió de mucha la información que allí suministraron.

Unknown dijo...

buenas noches, quisiera saber si los Indios "Caribe" emplearon durante la época de la colonia algún "escudo" o "rodela" y de ser así, que documentación o hallazgos lo sustentan?

www.mmavenezuela.org

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